Página veintitrés: Proyecto para mayo
Mi muy querido e inolvidable lector:
Aquí estoy dispuesta a poner, frente a tus ojos, mi última idea acerca de la próxima reunión de mayo. Si, aun no hay fecha, solo sé que será en mayo y supongo que se verificará cerca del 24 de mayo para celebrar un aniversario más de la difunta pero, aun así, siempre recordada Victoria de Inglaterra, nuestra Victoria. Es común que "Augusta-México" se reúna más cuando puede que cuando quiere en realidad. Múltiples factores son los que nos han imprimido esa dinámica un poco errática que, de todas maneras, no deja de proporcionarnos algo de satisfacción. Hay años en los que hemos planeado varias reuniones sin que hayamos podido reunirnos más de una vez y a veces, ni eso. Sin embargo, y a pesar de todos los pesares, siempre que planeamos una reunión la espero animosa y, como en esta ocasión, rebullendo mil y una ideas en el interior de mi cabeza para lograr superar siempre mi última cota costureril. Desde el 2007 llevo realizados cuatros atuendos: dos estilo Imperio, uno de miriñaque muy sencillo y uno más de la década de 1840, más o menos, correspondiente a un tipo popular mexicano de la época: la china. Ahora, volvimos a escoger el estilo Imperio -o Regencia, para el mundo anglosajón- con la idea de hacer un picnic en uno de los parques de la Ciudad de México.
Falta poco, lo sé, y eso no deja de preocuparme ya que esta vez decidí hacerme, además del vestido, una camisa larga que pueda fungir también como enagua y una especie de corpiño-sujetador. ¿Tendré tiempo para llevar a buen puerto esta nueva aventura? Espero que si. Y no solo espero que sí, también espero que el resultado me guste para poder sentirme orgullosa de él, tan orgullosa como la primera vez que me cosí un vestido. De momento, ya tengo la tela para los "interiores" y para el vestido. Nunca imaginé que terminaría yendo vestida de azul cielo; pero, en un golpe de inspiración, pude encontrar una tela barata de rayas en ese color. Por supuesto, me hubiera encantado poder encontrar una telita de algodón con un estampado cuco y reminiscente; pero, lo que encontré que me gustó, era de 1.10 de ancho a 70 pesos el metro, lo que decididamente lo ponía fuera de mi alcance adquisitivo. Así que me tuve que conformar con lo que compré de 1.50 de ancho y a 12 pesos el metro. Y, como dijo en memorable ocasión el conquistador Julio César: "la suerte está echada". Ahora solo me hace falta empezar y continuar de manera dedicada y firme.
Aun no tengo avances, solo ideas, así que solo puedo escribir sobre esas ideas que andan revoloteándome de un rincón a otro de mi inquieta mente. No me gusta prometer cuando no estoy muy segura de poder cumplir pero la idea es ir actualizando aquí los avances de este plan para mayo. A ver si lo logro y no me pierdo en el intento. En fin, creo que la próxima entrada será para hablar del patrón que, como en las veces anteriores, adaptaré a mis necesidades, y a mi pericia, por supuesto.
Comentarios
Me he acordado de usted en cuanto escuché una curiosa historia.
Isabel, si se llevó a cabo este proyecto y, como le decía Sonja, tengo pendiente una entrada para exponer los resultados. Por cierto, tengo muy abandonada la lectura de tu blog y eso, para mí, es imperdonable. En compensación, te ofrezco el titulo de un libro que acabo de leer y que sin duda te va a fascinar: Gabinete de curiosidades romanas de J C McKeown. Si aun no lo tienes, consíguelo, en serio que merece la pena.