Página diecisiete: Las nuevas flores de mi Jardín Secreto

Mi muy querido lector: Aquí me tienes, otra vez, para poner a tu amable consideración, lo último de lo último en cuanto a mi existencia. ¿Qué tan importante es esto?... ¡Mucho! Estoy convencida que, sin la amistad, poco sentido tendría mi vida y hoy, mis amigas, me demostraron que significa esa palabra que tanto se usa aunque no siempre se use bien. ¿Sabes, lector caro?, hasta el día de hoy, llevaba al hilo varios días con un humor muy variable y sintiéndome bastante dejada de la Mano de Dios. Me sentía deprimida porque parecía que me había vuelto casi invisible y, para colmo, ¡hasta los dientes empezaron a molestarme! Muchas veces me he preguntado por qué mi vida no tiene la luminosidad y el brillo que tienen la vida de los otros ante mis ojos. Lo he hecho, a lo largo de mi vida, en una cantidad proporcional a lo años que he ido acumulando; y, lo más frustrante es que, aunque me pese, mi amiga Alejandra tiene razón cuando utiliza este viejo refrán anglosajón para consolarme: el pasto siempre se ve más verde en el jardín del vecino. Y si, para que te lo niego, mi pasto se ve amarillento cuando comparo mis logros con los logros ajenos. Sin embargo, si soy objetiva, mis logros son tan verdes y frescos, como cualquier logro ajeno. ¿Por qué?, porque solo sirven para explicar el desarrollo de mi existencia y para evaluarla sin ensañamientos particulares. Hoy, cuando tuve frente a mis ojos el ejemplar número 0 de “La Columna Augusta” –publicación cibernética de mi adorada Sociedad-, pude entender con bastante exactitud, cuan verde podía verse mi pasto desde el otro lado de la cerca. Ciertamente, “La Columna Augusta” no es mi obra, ¡ni siquiera fue mi idea!; pero, si es el reflejo del cariño que me une a mis “victorianiñas”. Leer la entrevista, ver las fotos, admirar el cuidado de su diseño y todo lo que significa en un lenguaje no verbal, me llevó a mí a sentirme en contacto con ellas. No solo con las que participaron directamente en la hechura de este proyecto, sino con todas las que configuran el espíritu de “Augusta”. Dicho de otro modo: ver ese periódico cibernético, me hizo el día, como se dice coloquialmente. Aunque, si soy sincera, otros detalles contribuyeron también a hacer de hoy un día prácticamente perfecto –la llamada de mi madre cuando iba al trabajo, por ejemplo; además del mensaje que recibí de Getzse, justo cuando estaba saliendo de él-. No sé como será el día de mañana; pero, lo que si sé, es que el día de hoy fue un día que alimentó mi espíritu y me hizo contemplar, con toda objetividad, cuan verde es el color de mi pasto. En fin, no tengo mucho más que añadir, de momento. Así que, si me tienes un poco de paciencia, prometo regresar a poner en estas páginas, todo esto que se me viene de repente a la cabeza y que me gusta compartir contigo. Postdata: Aunque, ya se me estaba olvidando hacerte participe de mi orgullo por este trabajo que merece ser divulgado como parte de mis afectos. Aquí lo dejo a tu consideración y te ruego seas gentil con él. http://issuu.com/sociedadaugusta/docs/columnaagustan0?mode=embed&layout=http%3A%2F%2Fskin.issuu.com%2Fv%2Flight%2Flayout.xml&showFlipBtn=true

Comentarios

Lectora ha dicho que…
Ayy qué precioso, parece talmente una publicación victoriana, bueno no es que haya visto muchas la verdad pero creo que está fantástica.
Lo cierto es que el foro y la sociedad es una iníciativa de lo más original y veo que bastante afianzada, debe ser maravilloso eso de quedar y vestirse de época, qué envidia me dan.
La gente por la calle cuando los ve se debe quedar con la boca abierta no?

Yo creo que tiene razón su amiga, los pastos ajenos se ven más verdes muchas veces, yo no canso de repetírselo a mis amistades solteras y sin hijos, hagan el favor de viajar por diosss, de irse a un spa, de acostarse a las tantas, de comer tranquilos y hacerse un cafecito mientras se charla, de cenar fueeera, de dormir hasta las 10 de la mañana...yo antes no valoraba nada de eso y ahora son placeres para mi vetados durante una buena temporadilla larga. Carpe diem señoras, las que puedan ;-)
Carmen López y Martí ha dicho que…
En México no causamos tanta curiosidad como en España y, de hecho, tenemos un poquito más de trabajo para poder hacer crecer el grupo ;). ¡Animate a seguirle los pasos a Augusta, Sonja! :) No sabes lo bien que te lo vas a pasar si te animas ;) ¿Sabes? estoy de acuerdo contigo en lo que le recomiendas a tus amistades solteras. Y también podría ir con las casadas, que las responsabilidades de familia no tienen porque restringirnos individuos ;) Es sano disponer de tiempo para nosotros y para nuestros gustos :)Leerte no deja de sorprenderme, Sonja; y creo que puedo aprender mucho de como es que ves la vida. Así pues, espero que este sea el inicio de una interesante relación a través de nuestros respectivos escritos :)
Lectora ha dicho que…
Sus (me cuesta tutearle mire qué tontería) palabras suponen un honor para mi, tener como amigas a dos de las creadoras de la SVA es como si me hubiera tocado la lotería, no me lo puedo creer.
Es cierto lo de tener tiempo para uno mismo, ahora que me escasea tanto lo noto e intento sacarlo de donde puedo.
Un abrazo desde el otro lado del Atlántico.

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